miércoles, 4 de julio de 2007

El manierista insurrecto

Autarquía binominal, matria exponencial, parto biparticional, llanto agotado. Ante tanto guacho sin calcetín me veo empujado a inaugurar el ministerio del buen augurio para aquellos pequeños que no nacieron en las instancias abcunales, todo en pos de poder alimentar, saciar, mitigar el hambre jeringal que pueda agobiar las calles. En un mundo antro apelante de la piedra doko, su abuso será ilimitado, delimitado por un par de accesores a “movidas” o “manos” exclusivas, alto precio alta paga. Emulando o imitando a los buenos vecinos del continente europial, el yugo de la droga se extrapolará a lo rural y en lo rural, rural se queda, piola muere. Después de todo, extirpada es la extremidad cancerígena que agobia al cuerpo, extirpación podológica.

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