jueves, 10 de julio de 2008

El vómito es cosmicamente transversal. Después de vomitar lo que sentia hacia mí, me vomitó de su sistema casi instantáneamente. Ahora estoy a pura arcada pero la traquea está cerrada, cuerpo masoca. El vomitar acá no se hace mucho consuelo. La wea es vomitar, seguir con la praxis cósmica. Y que siga el ciclo, que se den cuenta que nunca quisieron vomitarte y tú ya no estas ni ahí. Amas a alguien que te vomitará eventualmente.

Escritura fébril, infantil, mala, pero guturonhesta

Estoy cuátnico. Quiero dormir (no puedo), me duele la cabeza, siento una masa de líquido a mi lóbulo mental izquierdo, me cuesta buscarle nombres a las palabras con las que intento expresarme, tengo obligaciones académicas a la vuelta de la esquina y nada de lo que haga me da paz.

Veo el cuadro que me pintó cuando era la persona que me amaba. Ahora siento el deseo de quizá irme a la puta, ultra lejos y entrar en paz con mis demonios internos y en el proceso aquebrantar mi fobia social e interactuar con gente, quien sea mientras tenga algo que decirme, alguien que me haga olvidar al convaleciente palpitante de ácido biliar que estoy siendo. Encontrar el acto que me hace feliz y me permita vivir independientemente en el proceso.

Dormir acobijado en el cemento, estado fetal suspendido en el útero pavimentósico. Desafortunadamente el cemento es finito; una lonja pétrea que hace techo a las fosas sépticas que palpitan bajo la piel de la ciudad.

Corazón lata molida que me da vida mientras pienso en el infinito y eso me hace ser un muerto ante él. O quizá vivo, siento el vidrio molido pasar por mi aorta cuando involuntariamente ella silva en mi mente, y cada eco que rebota de cada pared de mi cráneo un palpito que me da vida, otro segunto en el contero o contador del reloj que veo en este cuerpo que no reconozco, en la habitación que he conocido por 15 años, en cada paso que toma la bruma gris que imigra en la ciudad, los vehículos, chimeneas, pulmones y cigarros que le transportan, en quienes erran afuera suspendidos en una constante.

Ella no sabe lo que quiere. Ella sabe de su convención de bienestar, pero no sabe lo que quiere, pero me ha hecho saber que no quiere estar conmigo. Más que ser honesto a los demás trato de ser honesto conmigo mismo me dicen. Sé que lo he olvidado.

Ella quiso dormir en la casa de alguien anoche. No sé si en compañia, sola (con el dueño de casa). Pero lo hizo. No sé quie hizo pero sé que lo hizo.

Ahora planteo una pregunta: ¿Cuál es la narrativa de estar acostado en la cama con ojos cerrados? ¿Qué hay de contar ahí? ¿Palabras que pulsan y solo podemos tocar con la tripa y el cardio tienen visualidad? ¿Tienen sonoridad? Objetiva, digo, no su caracterización metafórica que la adscriben a una imágen que todos reconocen de la experiencia propia, sino la forma y/o el tono que haga sentir el cuerpo envenenado, el llorar como una fuerza incontenible que está rompiendo la nuca pero la nuca sigue ahí intacta.

Para que se produzca la nitidez máxima en el emulsionado de la película posada en una cámara fotográfica, el punto de convergencia tiene que estar al medio entre el lente y la película. Yo registrando las imágenes y sonidos que nítidamente replico en la mente. No encuentro el botón de apagado para detener la reproducción constante de esta wea que me sé de memoria y que me tiene aburrido.

El punto de convergencia está entre mi pecho y la hoja de cuaderno pero no se registra una imágen nítida. Solo el atisbo de un cuadro que pinta y dibuja la menten que percibe la imágen.

Nuestro punto de convergencia se ha retraido hacia dentro de nuestras tripas. O quizá la Me llamó el testigo de anoche. Quizá él pueda darle más nitidez a la imágen que me hace mierda, así que decido abstenerme a devolver el llamado. Aparte, mi voz está rota. Espero tener una cita con el consuelo.

Consultaré mis sueños.

viernes, 30 de mayo de 2008

Re: So boring, yet so addictive
by FutureFilmComposer (Sat Jan 19 2008 10:44:50)

Interesting question: WHAT is the appeal of Coleman Francis? I can't speak for his other films because I've only ever seen 'Beast', but in this particular case, I think Coleman's appeal is that he takes absolutely nothing (a fat man wandering in a desert occasionally "chasing" two little boys) and turns it into something far more intriguing, but in a way that is completely opposite of what he wanted. Watching The Beast of Yucca flats is experiencing the polar opposite of what a good horror/suspense/thriller should be. Coleman had all the elements in place for his time: Nuclear weapons and the fear surrounding them, Russians, government agents with guns, and cover-ups which are never revealed.

The entire beginning of this movie is a mislead. You THINK you're going to watch a movie about Russian space technology that got a flag on the moon, and Javorsky is the only character who can answer these burning questions that audience have. Then, the secrets are lost with Tor about ten minutes into the movie. There is absolutely no hope of finding out what the Russians were hiding, so why does the movie continue? Coleman keeps us thinking that he has some big surprise coming, a twist or revealation. He keeps building towards it with his short lines of narration, but ultimately leaves us hanging, all along the way torturing us with his bad direction, non-existant talent and storytelling devices turned upside down.

A masterpiece or an utter failure? You decide.


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La pregunta interesante: ¿QUE es la atracción por Coleman Francis? Yo no puedo hablar para sus otras películas porque yo sólo he visto jamás "Bestia", pero en este caso particular, yo pienso que la atracción de Coleman es que él no toma absolutamente nada (un hombre gordo que vaga en un desierto "persiguiendo" ocasionalmente a dos chicos pequeños) y lo gira en algo mucho más intrigando, pero de una manera que es completamente contrario de lo que él deseó. Mirar La Bestia de Yucca plano experimenta el contrario polar de lo que un horror bueno/la ansiedad/el escalofriante debe ser. Coleman tuvo todos los elementos en el lugar para su tiempo: Las armas nucleares y el temor que los rodean, rusos, agentes de gobierno con fusiles, y con los encubrimientos que nunca son revelados.

El principio entero de esta película es un descamina. Usted PIENSA que usted mirará una película acerca de la tecnología rusa del espacio que consiguió una bandera en la luna, y Javorsky es el único carácter que puede contestar que estos ardor pregunta esa audiencia tiene. Entonces, los secretos son perdidos con Tor acerca de diez minutos en la película. ¿No hay absolutamente esperanza de averiguar ocultaban, así que por qué lo que los rusos continúa la película? Coleman nos mantiene pensando que él tiene alguna venida grande de la sorpresa, una torsión o revealation. El mantiene edificio hacia ello con sus líneas cortas de la narración, pero últimamente deja nosotros colgando, todo por el camino nos atormentando con su dirección mala, talento de no-existant y dispositivos de narrativa girados al revés.

¿Una obra maestra o un fracaso total? Usted decide.

lunes, 5 de mayo de 2008

domingo, 30 de marzo de 2008

Torcida mitologia domiciliaria

Un hombre mira un generador de gráficos espiralicos en un computador, sintiendo que se le develan los secretos del universo al entender el patron que hace estallar a la intención sin censura, ni un bloque que obstruya el paso de la fluyente línea, que después de mi muerte se seguirá extendiendo por las manos de otros, pendejos de mierda qué chucha se creen weon. Deseo emitir un juicio. Me he visto ante el espejo, enfrentando a mi rostro. El hemisferio izquierdo se veia más compuesto que el hemisferio derecho. Lo he visto todos los dias de mi vida pero es la primera vez que me percato de ello. La evasión subconciencial (de qué hemisferio, no lo sé) del hecho fué un fuerte mecanismo de defensa del seso, pero mi faz ha gritado, exclamado atención. Soy un humano compuesto por dos medios. Esta es la dualidad que me acerca a unos y me hace escapar de otros. No a la autocensura, al demonio la estética lógica del texto, en veinticuatro facsímiles, todos los viernes en casa de mi tia se ejecuta el ritual de la consumpción de tallarines al aceite. La torcida mitologia domiciliaria; nunca llegué a entenderle.

miércoles, 4 de julio de 2007

Ta weno ya

Caminando a la pega, se me cruza un vago con tufo a vino. Agarrándo mi hombro derecho y tratando de direccionar ambas pupilas simultáneamente hacia una de las mias, me dijo: "yo soy consecuente con la libertad, Güevón de mierda!" Bañado por su tos sangrienta, cae a piso. Nadie tiene el derecho a implicar que no sigo con la flexibilidad de las oportunidades. Las puntas de mis dedos quedaron adoloridas de tanto patearle las costillas. En un servicentro limpio mi zapato de la hemoglobina y el piñén.

El manierista insurrecto

Autarquía binominal, matria exponencial, parto biparticional, llanto agotado. Ante tanto guacho sin calcetín me veo empujado a inaugurar el ministerio del buen augurio para aquellos pequeños que no nacieron en las instancias abcunales, todo en pos de poder alimentar, saciar, mitigar el hambre jeringal que pueda agobiar las calles. En un mundo antro apelante de la piedra doko, su abuso será ilimitado, delimitado por un par de accesores a “movidas” o “manos” exclusivas, alto precio alta paga. Emulando o imitando a los buenos vecinos del continente europial, el yugo de la droga se extrapolará a lo rural y en lo rural, rural se queda, piola muere. Después de todo, extirpada es la extremidad cancerígena que agobia al cuerpo, extirpación podológica.